Si andáis metidos en el mundillo del diseño o si alguna vez habéis pensado en crear un logo para vuestro negocio, sabréis lo difícil que puede ser crear un logotipo que funcione. Podemos mostraros varios ejemplos de de cómo la gente reacciona bastante mal cuando los cambios no respetan la esencia de la marca. El rediseño de logos ampliamente reconocibles como el de Aldi o el del Atlético de Madrid son ejemplos de que si fallamos en el diseño enfadaremos a nuestros clientes y eso es siempre un problema.
Ya hemos hablado en este blog de lo importante que es el nombre y el logo de nuestra empresa, de la relación que se crea entre los clientes/consumidores y nuestra imagen y de los problemas que surgen cuando no tenemos una identidad reconocible y bien diseñada. El problema es que no existe una tabla de qué funciona y qué no funciona cuando hablamos de un buen logo.
Por eso, os dejamos siete conceptos que todo buen diseñador debe tener en cuanta a la hora de rediseñar un logo, como la simplicidad o la vuelta a conceptos pasados:
1- Aislar lo más reconocible de tu antiguo logo
La “M” es lo más reconocible de la multinacional de las telecomunicaciones Movistar, por eso su nuevo logo se ha quedado con ella para potenciar y dar fuerza a un negocio que está cada vez presente en más países.
2- Buscar ideas en diseños pasados
El nuevo logo de Kodak es un rediseño basado en el logo que tenía la compañía en los años 70. La compañía, que vio desaparecer su negocio con la llegada de la fotografía digital, está relanzando su negocio y para ello han querido recuperar el logo de su época dorada (que además, es el más reconocible por la gente).
3- Simplificar
Este es uno de los recursos más efectivos pero también más complicados porque eliminar elementos sobrantes y no tocar la imagen principal de la marca requiere mucho, mucho talento. Mastercard es un gran ejemplo de cómo eliminar elementos como las líneas y simplificar la tipografía funciona.
4- Eliminar colores sobrantes
Eliminar los colores menos representativos de la marca, como ha hecho Pizza Hut, y quedarse sólo con el más reconocible, el rojo, es una buena manera de darle un nuevo estilo a nuestro logo.
5- Adaptarse a las tendencias pero manteniendo la esencia
Los logotipos y elementos de marca basados en personas o animales antropomorfos, necesitan más “mantenimiento” que un logo más básico. Un buen ejemplo es la operación bikini del famoso muñeco de Michelín o el conejo de Nesquick, que se moderniza para adaptarse a los nuevos gustos de su público objetivo.
6- Mejorar la legibilidad
Cuando tu logo está basado en una tipografía, es complicado el rediseño, especialmente si implica cambiar de tipografía. En muchos casos no funciona, pero en este ejemplo de la marca Baby Einstein, la letra gana en legibilidad y fuerza.
7- Usar nuevos elementos para renovar el interés
Usar nuevos elementos como los espacios en negativos y positivos que usa Adolfo Domingez es una buena manera de refrescar un logo sin perder su esencia.
